Ya hace cuatro dias que zarpamos de Sta. Cruz y la navegada esta siendo espectacular. El primer dia tuvimos que ceñir , pero lo peor sin duda fue el mar que ya estaba formado y nos daba de través, consiguiendo que casi todos estuviésemos algo pachuchos. Sobre todo Ferdy que ya estuvo dudando si salir con nosotros o volar directamente a Mindelo, al final decidió venir y acerto, lo que le hacia falta era soltar amarras. Piedi se ha adaptado muy bien y no se marea, le encanta lo que esta viviendo y es algo que me tranquiliza mucho, pues era una duda saber como evolucionaria en una travesia de esta duración. Hace sus guardias en solitario como todos y aprende con rapidez. Hemos pasado la Nochevieja a bordo y ha sido entrañable, un menú un poco especial y las uvas adelantadas para cumplir con el horario de las guardias. La pesca esta siendo abundante, el segundo dia un dorado de unos 4 kilos que preparamos al horno con patatas panadera, a la noche siguiente un extraño pez aguja de unos 80 centimetros de largo y muy estrecho y dentado y esta mañana un atun de unos 8 kilos que esta buenísimo, en carpaccio, a la plancha y mañana con tomate…………creo que nos dara hasta para un buen marmitako. Anoche en mi guardia sobre las seis de la mañana vi una luz roja muy cerca, el sobresalto ha sido importante, como tenemos luna llena pude ver que llevaba la mayor arriba, un velero coño que sorpresa, miro el Aiss y no me da su nombre, me va cruzando por la popa y de repente salta la emisora, Rebeca III, Rebeca III……………………….aqui……… me recibes cambio…….. Voy como un loco a contestar, oye quien eres?? Que no te he oído bien. Soy el Dansar, te he llamado por Iridium y no me contetas, Ya como voy a motor y el teléfono esta abajo no lo he oído. La conversación me espabila y me pone contentísimo, el mar es un pañuelo, fijate si es grande y nos vamos a cruzar a menos de media milla con este velero cofradil, me recuerda un post que hablaba de dormir sin guardia, estoy fuera de ruta comercial y ni el radar ni el AISS han avisado con la alarma. Vamos pasando los días entre trabajillos de rutina y tumbados al sol, como llevamos internet nos descargamos la meteo a diario y habalmos con casa cada dos días mas o menos. Esta mañana dia 3 despues de toda una noche a motor decidimos sacar el genova pues hace un rato que el viento a empezado a soplar con intensidad suficiente, como es de popa cerrada decidimos atangonar el genova y vamos preparando la maniobra, al poco aparece Ferdy y se viene a proa para ayudarnos pues el tangon se ha quedado clavado arriba y no quiere bajar, de repente y sin previo aviso cae a plomo pillando a Ferdy de lleno en la cara, el golpe es impresionante, cae fulminado en cubierta con abundante sangre por la cara y la nariz. El muy hijo de puta se ha partido por la coz, la pieza que lo sujeta al carro sencillamente se ha partido y el tangon ha caído como un rayo, como podemos llevamos a Ferdy a la bñera y procedemos a evaluar la situación y a las primeras curas. Parece que aunque el golpe es importante, no ha perdido el conocimiento, tiene una brecha en la nariz y la inflamación ve en aumento, ponemos hielo y unas suturas de papel. Nos faltan unas veinte horas para llegar a Mindelo, pero el mismo nos tranquiliza y dice que puede aguantar bien hasta llegar. Durante el dia le suministramos algún calmante y Liberty le va limpiando la herida que no deja de sangrar. Forban y yo conseguimos reemplazar la pieza rota con un invento casero para salir del paso y poder llevar las dos velas de proa atangonadas aprovechando asi el viento racheado que nos empuja por la popa. Por la noche hablamos por primera vez con La Rueda y Rafael nos pone en contacto por radio con un especialista traumatólogo de Las Palmas que nos dice que hemos hecho lo correcto y que al llegar a puerto procuremos que le vean en un hospital. De nuevo Rafael se moviliza y su contacto en Cabo Verde, Pulu nos estará esperando para llevar a Ferdy al hospital aquí en Mindelo. Por lo demas la bajada a Cabo Verde ha sido en general una autentica gozada, hasta Ida ha disfrutado de lo lindo, sin el mas mínimo síntoma de mareo, aunque también es verdad que la hemos cuidado muy bien. Hoy a Ferdy le han confirmado que tiene la napia fracturada, el tratamiento son antibióticos y calamantes, le quedara cara de malote una temporada. Seguro que en un par de días estamos rumbo al Caribe. Este hombre es duro y no ha perdido el humor en ningún momento, aunque el no se puede reir. Esta noche celebraremos la Nochevieja aquí en tierra, con retraso perro como Dios manda, asi que Ferdy empezara el tratamiento mañana.
Hace ya casi un año que deje aqui reflejadas mis impresiones de un viaje inolvidable. Aquel viaje a Tierra de Fuego y Cabo de Hornos parecia que no podria nunca ser superado por otras navegadas. Pues bien ese es un penssamiento erroneo y falso, cada navegada, cada viaje, cada milla son distintos. No importa lo lejos que se vaya o lo exotico del destino, lo realmente importante es el espiritu con que afrontamos ese nuevo desafio y sobre todo la ilusion por llevarlo adelante. En tres dias saldremos Piedi y yo rumbo a Tenerife donde esta amarrado el Rebeca III, alli nos uniremos a Ferdy, Jose Maria y Pepa. Los dos primeros son compañeros de fatigas del anterior cruce atlantico, mis maestros y grandes amigos,de Pepa seguro que al final de este viaje podre decir lo mismo. Juntos nos proponemos llegar a Trinidad a mediados de Enero despues de pasar por Cabo Verde, despues un año por el Caribe, mas adelante el Pacifico y ................ Piedi y yo en principio estaremos a bordo hasta ultimos de Marzo de 2010 y despues ya iremos viendo, segun las posibilidades y el trabajo. Esta vez la ilusion se redobla y tambien la preocupacion pues me acompaña Piedi. Ella tiene experiencia de navegacion, incluso ha capeado alguna rasca importante, pero esto del Atlantico ya son palabras mayores. Espero y deseo que lo disfrute como yo en mi primer cruce. Tres meses son un sueño para nosotros y esperamos que todo lo que dejamos aqui en tierra vaya sobre ruedas para poder repetir lo antes posible y empezar a pasar largas temporadas embarcados. Ire escribiendo aqui mis impresiones y experiencias para que podais compartir , aunque solo sea en espiritu esta atractiva aventura.
Otro sueño realizado, otra etapa, otro peldaño.Este viaje a Tierra de Fuego ha sido especial, aunque cada navegada lo es, y ha sido especial por los paisajes, por lo mítico del lugar, el Cabo de Hornos, el fin del mundo, Ushuaia, pero sobre todo por la gente que ya conocía y los que he conocido a bordo.
A los que ya conocía, porque se han estrechado enormemente los lazos de amistad, nos hemos convertido en más cómplices, mas camaradas.
A los que he conocido, porque refuerzan mi idea de que con buena disposición y un poco de voluntad, se rompen las barreras que pudieran existir.
¿Por dónde empezar?
Cumulo de sensaciones, sentimientos, expectativas………………………………………………..
Pues comenzare por el principio, eso sí, quiero deciros que esto no va a ser un derrotero, me limitare a contaros como lo he vivido yo junto al resto de tripulantes, ahora ya mis amigos.
El día 2 nos juntábamos en Barajas cuatro amigos: Freeblue, La holandesa, Brigante y yo.
El viaje hasta B. Aires perfecto, un poco de retraso en la salida, pero un avión con capacidad para 400 personas en el que no iríamos más de 40, así que tumbados y dormidos hasta destino.
Allí llamamos a Pdfb, un contacto del Foro Náutico La taberna del Puerto, quien no pudo recibirnos por encontrarse fuera de la ciudad, pero al que quiero agradecer desde aquí sus atenciones previas, sus consejos y su amabilidad, al igual que a mi amigo Inquieto, que igualmente estaba fuera, recordar que allá Enero es como acá Agosto .
Dos días por la capital del tango, visitando a fondo la ciudad, Palermo, San Telmo, Belgrano……………..restaurantes, mercados, La Bombonera, La Boca, Tigre……….en fin dos días de frenética actividad esperando el momento de volar a Ushuaia y por fin embarcar en El Mago del Sur.
Este vuelo fue un poco accidentado, nos desviaron a Rio Grande al norte de la Isla de Tierra de Fuego por problemas de balizamiento en Ushuaia, hasta allí el viaje fue en bus. Después de unas cuatro horas de espera llegaron las maletas y pudimos acercarnos hasta el muelle del Club Afasyn . Primera toma de contacto con el barco y los armadores, Mono y Susana. Pasamos la noche a bordo y repartimos las cuchetas.
No me lo puedo casi ni creer, por fin estamos en el fin del mundo.
Por la mañana en espera de que llegue el resto de la tripulación y pasar por la Prefectura de Marina para los papeleos oficiales, recorremos las calles más céntricas de la ciudad.
Y cuando digo lo de tripulación es porque es literal, en la Prefectura nos dan a firmar un documento en el que reconocemos no ser pasajeros, sino tripulantes y no haber abonado nada por el viaje ¿¿¿¿¿¿??????? La explicación que nos dan es que el charter no está regulado por estas latitudes.
La ciudad me parece bonita, a pesar de estar creciendo rápidamente, tiene un estilo peculiar y la gente es amable y abierta, hay mucho turista.
Entre unas cosas y otras la hora de comer se echa encima y decidimos alimentarnos antes de soltar amarras con rumbo a Puerto Williams.
Las sensaciones son imborrables, tal vez lo tengo todo muy mitificado, pero verme a la caña del barco, en medio del Canal de Beagle, avistar el Faro de Les Eclaireurs.............en ese momento me siento pletorico, lleno.
Uno a uno todos van pasan do por la caña, todos queremos disfrutar el momento y las sensaciones.
Aquí voy a hacer un inciso, para no tener que referirme más al tema, en seguida todos nos dimos cuenta del carácter especial del Mono, para mí un patrón no preparado para llevar gente en su barco, ojo, me parece un magnifico marino y conocedor de su barco y de esas difíciles aguas, pero yo personalmente no volvería a navegar con él, ni invitado.
Es un viaje que recomiendo a todo el que lo quiera y pueda hacer pero hay otras alternativas.
Es algo que yo no me puedo callar, pero una vez dicho, centrémonos en lo verdaderamente importante.
La travesía es placentera, el viento entra por la aleta y la popa con no mucha intensidad, es el primer día y las sensaciones son magnificas.
La llegada a Puerto Williams es como había imaginado por todo lo leído cien veces, un barco semihundido y alrededor varios veleros abarloados unos a otros, nosotros nos abarloamos a una goleta de madera de unos 20 metros y enseguida preparamos la cena.
El Club de Yates Micalvi es espectacular, un lugar único, con ese autentico sabor marinero que han dejado los navegantes que por allí han ido pasando y dejando sus recuerdos y vivencias colgados de las paredes y techos en forma de gallardetes, banderas, fotos, carteles, todo ello lleno de firmas , dedicatorias, fechas.
Que montón de millas acumuladas en esas paredes, cuanta experiencia, que gente tan especial.
El local esta caldeado por una estufa de hierro, los parroquianos aun escasos, diversos.
Caras curtidas, conversamos con una pareja de canadienses, que deben de ser los únicos que no han llegado hasta allí en barco, están de vacaciones por Chile y han volado hasta allí.
Al poco empiezan a llegar tipos de lo más diverso, Michel un francés de sonrisa perenne que va rumbo sur a la Antártida con cuatro tripulantes mantiene con nosotros una charla divertida.
Esa noche firmamos en el gallardete que Julio ( Addabaran ) dejo encargado que después de visitar la Antártida, ondease allí en el Micalvi para orgullo de los cofrades que pasemos por allí.
Nos acostamos tarde y con unas pocas copas encima, los sentimientos y el momento lo merecían.
Por la mañana visitamos Puerto Williams, fundamentalmente una base de la Marina chilena, pero con su parte de población civil y sus rincones especiales, como la oficina postal más austral del mundo, desde donde mandamos unas postales a casa, que por cierto llegaron en seguida.
La siguiente etapa es Puerto Toro, último lugar habitado antes del Cabo de Hornos, navegamos por el Canal de Beagle dejando la Isla de Gable a babor, vamos encontrando diversos tipos de aves, nos acercamos a un islote para observar una pinguinera, En la playa y entre la vegetación baja que la rodea, cientos de pingüinos magallánicos deambulan, corretean o simplemente se tumban al sol.
En la ladera de una loma hay una colonia de nidos de cormorán.
Estamos teniendo suerte, la climatología es benigna (así será gran parte de la travesía) y nos permite observar tranquilamente todo en rededor, aves, paisajes…………………
La navegación es una gozada, el viento de entre 20-30 nudos y de W-NW nos empuja rápido hacia el paso Picton, entre Isla Navarino e Isla Picton, hacia las seis de la tarde estamos entrando en Puerto Toro, hay un nuevo muelle estrenado en Noviembre, donde es fácil y cómodo amarrar, a diferencia de las fotos que vimos de la visita de Julio el año anterior.
Aquí viven no más de veinte personas en verano, damos un paseo por el pueblo, no se ve a nadie, salvo a dos carabineros que están encantados de la visita y la conversación que les damos. Estos nos cuentan como es la vida en este asentamiento durante todo el año, afirma que la población estable es de unas treinta personas y que durante la temporada de pesca de la centolla llega a haber más de 400 pescadores a los que hay que mantener a raya cuando desembarcan y le dan al trago.
Hemos encontrado el pabellón de deportivo abierto y allí hemos hecho unas risas dándole a la pelota.
Visitamos las famosas casamatas y acabamos en un alto desde el que se divisa toda la bahía y la vista es realmente magnifica.
Después de cenar centolla ,por supuesto ,todos nos acostamos temprano , pues al día siguiente saldremos a las cinco para el sur , buscando la bahía de Caleta Martial, desde donde llegado el momento saldremos rumbo al Cabo de Hornos.
Esa navegada es espectacular, Atravesamos el paso Goree dejando Isla Navarino a estribor e Isla Lennox a babor, salimos a mar abierto atravesando la Bahía Nassau enfilando la Isla de Wollaston, una vez al abrigo de esta pasamos un estrecho canal llamado Bravo con un islote en medio de nombre Adriana y por fin largamos el hierro en Caleta Martial en la Isla de Herschel.
El fondeo se realiza largando cadena por proa y dos cabos a tierra por popa, estos se amarran a algún árbol y evitan que el barco bornee, estamos hablando de lugares donde sopla permanentemente de manera espectacular.
El ambiente entre los tripulantes es magnífico, además de los amigos ya citados, a bordo navegan, Fernando y su hijo Jaime y Cristina y su marido Jori, este último es el carnicero encargado de perforarme la oreja llegado el momento.
Realizamos excursiones a tierra que son una delicia, la sensación de ser los únicos seres humanos por esas latitudes le da un sabor especial a la aventura.
Por fin llega el gran día, exactamente hace un año que en la misma fecha, 9 de Enero, soltábamos amarras desde La Línea para cruzar el Atlántico a bordo del Rebeca.
Que cumulo de emociones, los recuerdos se agolpan, voy dándole vueltas a mis recuerdos cuando de repente doblamos la punta sur de la Isla de Herschel, entre los Islotes Carrasco y divisamos La Isla de Hornos, algunos no pueden contener la emoción y se escapa alguna lagrima, Freeblue y yo nos abrazamos, no en vano llevamos un año soñando este momento.
El día es magnífico, sopla un viento justo para mover el barco, la visibilidad casi total, vamos a poder fondear y desembarcar en la isla.
Todos nos pasamos la caña, las maquinas de fotos echan humo, las risas se oyen desde el Polo sur, por fin somos Cap Horniers. Aun no son las diez de la mañana.
Fondeamos y en dos tandas vamos a tierra en la gomona, subimos la escalinata que lleva al faro y visitamos a la familia que lo habita, son un marino chileno, su esposa y sus dos hijas.
Una gente amable, que lleva una vida de lo más tranquila, aunque dicen que reciben muchas visitas pues hasta allí llegan cruceros.
No podemos esperar más para visitar el monumento al Albatros y las placas que recuerdan a los marineros que descansan en el fondo de esas aguas.
Es un día especial, no se transmitir todo lo que sentí al verme en esos lugares soñados, pero sobre todo sentía paz, serenidad y una inmensa alegría por la suerte de haber llegado hasta allí. Me sentía y me siento un privilegiado.
De allí salimos rumbo a Caleta Maxwell para regresar sobre nuestros pasos de nuevo al Canal de Beagle y visitar los ventisqueros.
Pero esto es mejor verlo, porque no hay palabras que describan tanta belleza en estado puro, así que os pongo fotos, para que disfrutéis con la contemplación de esas maravillas.
Al finalizar la travesía y regresar a Ushuaia, la amistad que se había forjado entre los tripulantes me parece de lo mejor de este viaje, seguro que volveremos a vernos y pronto.
Por último aunque un poco más lejos del mar, que no del agua, Brigante y yo nos hicimos una visitilla a El Calafate, Perito Moreno y a El Chalten, Cerro Fitz Roy que bien merecen unas fotos.
Para finalizar de nuevo en Buenos Aires, donde nos dedicamos a visitar más despacio los lugares que más nos gustaron en la primera visita.
